En las vísperas de la invasión de Estados Unidos a Irak, Raúl Alfonsín publicó el artículo “Guerra y definición del futuro”[1] en el que condenaba seriamente el uso de la fuerza y la intervención ilegal en ese país. Lo más sugerente no era la condena al uso de la violencia a través de la guerra sino sus advertencias sobre los riesgos que entrañaba la conformación de un mundo imperial más inseguro y violento, las consecuencias que esta invasión tendría sobre Irak y toda la región y su impacto sobre la economía mundial y los intereses petroleros.

Reflexionaba Alfonsín sobre el “empecinamiento del gobierno de Estados Unidos (…) las causas que lo impulsan y lo que verdaderamente está en juego en el orden mundial”. Y prevenía que el gobierno de George W. Bush, que restauraba la doctrina imperialista de Teodoro Roosevelt sobre el interés nacional, que hacía necesaria la intervención de los Estados Unidos en otros países, llevaría estas concepciones a extremos nunca vistos. Su mirada de estadista le permitió vislumbrar consecuencias funestas sobre la población, masacres de inocentes, ataques terroristas y el accionar de grupos integristas islámicos. Frente a esto, reivindicaba con vehemencia la defensa y el respeto absoluto de los principios del Derecho Internacional y el resguardo de los derechos humanos.

La ocupación de Irak se realizó sin el consentimiento de la ONU, y tuvo efectos tanto inmediatos como muchos otros que persisten en la actualidad. Como relator especial de la ONU (2003-2009) tuve la oportunidad de ocuparme de la situación en Irak, tanto por el tremendo atentado que le costó la vida al Alto Comisionado de las Naciones Unidas Sergio Vieira de Melo[2] y a otras 22 personas que integraban la misión de la ONU en Bagdad (19 de agosto de 2003), como por los acontecimientos sucedidos a partir de la creación del Tribunal Penal Iraquí, que desoyó las recomendaciones que le formulara en nombre de la ONU, aplicó la pena de muerte –que alcanzó al propio dictador Saddam Hussein– y obstaculizó una investigación adecuada sobre la responsabilidad de las potencias ocupantes en la segunda guerra del Golfo.

Las previsiones categóricas de Alfonsín y los informes presentados ante el Consejo de Derechos Humanos y la Asamblea General de la ONU recogían la evidencia de que estas agresiones se realizaban en un escenario explosivo, con implicancias sociales y étnicas que acentuaban un tejido de gran vulnerabilidad, propicio para la propagación de la violencia en la región.

Y así fue. Desde la guerra en Irak hasta el desmembramiento de Siria y la actual persecución religiosa han sucedido innumerables acontecimientos. Como si de una alegoría se tratara, millones de personas huyen como pueden, con horror, de Medio Oriente y de África hacia países y continentes más seguros implorando amparo y protección.

 

Situación actual de migrantes y refugiados[3]

Estamos en presencia de una de las crisis humanitarias más graves desde la Segunda Guerra Mundial y quizá la más grave en materia de migrantes y refugiados; la situación expresa un cuadro dramático que afecta seriamente a los países vecinos de aquellos en guerra  e interpela  a todo el sistema de la ONU. Aunque el fenómeno no es nuevo, desde 2014 se ha producido un fuerte incremento del flujo de personas provenientes de Irak, Siria y Afganistán que procuran refugio –y trabajo– en algunos países de la Unión Europea (UE). Lo que hoy se denomina “la crisis de los refugiados” ha desatado otra en el seno de la UE. Estadísticas recientes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR)[4] informan sobre la llegada, por mar, de 477.906 personas, solo en lo que va de 2015. Para un continente que atraviesa una situación de crisis económica y cuyas políticas de acogida han estado marcadas durante largos períodos por la reticencia y la desconfianza al extranjero, el desafío es significativo e implica medidas políticas superadoras de los desbordados aunque imprescindibles centros de recepción, habida cuenta de la masividad de los movimientos.

 

 

Siria

Mientras tanto, las negociaciones políticas no progresan efectivamente para poner fin a estos conflictos; lejos de ello, los países en guerra siguen recibiendo armas y protección de las diferentes potencias. El Estado Islámico (EI, Daesh en árabe o ISIS por su sigla en inglés) ha desatado una suerte de cruzada contra valores occidentales, cristianos y musulmanes chiíes; realiza secuestros extorsivos y degüella sin piedad a opositores. Continuador de Al Qaeda, aunque no idéntico, está protegido políticamente en Siria e Irak. La guerra en Irak terminó en 2011. La situación en Siria, tras cuatro años de guerra civil, ha dejado más de 200.000 muertos y 11.5 millones de refugiados (ACNUR).

El nuevo Califato, fundado hace casi dos años por Abu Bakr al Baghdadi  tiene más de 30.000 combatientes. El EI es resistido por chiíes y kurdos, que son apoyados por Estados Unidos en las regiones que ocupan en Irak y Siria[5].

Mientras se investigan las fuentes de financiamiento de EI, algunos analistas observan que las armas podrían proceder de países cercanos, incluso de aquellos aliados de Estados Unidos. Además abundan los reproches contra Turquía por haber facilitado la llegada a través de su territorio de  hombres y mujeres occidentales que responden a la convocatoria del Califato y, a la vez, por ser uno de los países por el que transita mayor cantidad de refugiados.

El Presidente Bashar Al Asad, heredero de una dinastía que gobierna Siria desde 1971, recibió contundentes críticas en el marco de los movimientos de 2011 en la región, conocidos como la “Primavera árabe”. Las protestas surgieron también desde el propio Estado, cuando un sector de las fuerzas armadas creó el Ejército Libre Sirio. La oposición se organizó en la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Revolución y la Oposición Siria, o Coalición Nacional Siria, que se constituyó en 2012 como gobierno transitorio y de ella también participa el Consejo Nacional Kurdo; su sede principal está actualmente en El Cairo. Este enclave opositor en el exilio, no quiere negociar con el presidente Al Asad, al que acusa de haber entregado voluntariamente territorios a EI.

Islamismo, el Califato y su proyección en la región

En 1979, dos acontecimientos en Medio Oriente marcaron el inicio de una nueva etapa en la confrontación con el modelo de Estados seculares europeos que se abrían paso en la región desde el siglo xix. En primer lugar, la Revolución Islámica liderada por el ayatollah Jomeini que estableció la República Islámica de Irán (chií). En segundo lugar, la invasión de la URSS a Afganistán, que originó la resistencia a través de los Muyahidín, el inicio de la Guerra Santa (sunni) y, tras el retiro soviético en 1989, el gobierno de los Talibán. La reaparición simultánea de las dos corrientes del Islam redefine las fracturas geopolíticas en Medio Oriente a lo largo de la llamada “media luna chií” compuesta por Irán, Irak, Siria y el Líbano[6].

Más cercana, la invasión de EEUU a Irak reabre, como dijéramos, el capítulo del Islamismo (Islam militante); la caída de la dictadura de Saddam Hussein (2003) y la resistencia a la ocupación originaron una guerra civil entre sunníes y chiíes en ese país. Al Qaeda, desde mediados de los 90, desarrolla una línea de acción basada en el terrorismo, pero no declara el Califato, a diferencia del Estado Islámico –era  filial del Al Qaeda en Irak  desde 2006–.

EI  irrumpió en Siria  en 2011, en 2013 ocupó Raqa en Siria y en 2014 Mosul, en Irak. El 29 de julio de 2014 declaró el establecimiento del Califato bajo el mando de Abu Bakr al Baghdadi, ahora llamado Califa Ibrahim e inició una política salvaje contra los occidentales, para expulsarlos de la Umma (comunidad musulmana), contra los chiitas y también contra los cristianos. En este conflicto religioso los más vulnerables son los cristianos (aproximadamente un 5% de la población); “se busca su extinción en Medio Oriente”, se destruye su patrimonio cultural y “el Califato es su mayor amenaza”[7].  Este modelo de Estado había desaparecido con la caída del último califato, el Otomano, en 1924.

 

Aylan Kurdi

El 2 de septiembre de 2015, la aparición del cuerpo de Aylan Kurdi, un niño kurdo de tres años, víctima de un naufragio, en una playa de Turquía, interpeló al mundo entero. Se había ahogado junto a su hermano Galip, de cinco años, y a su madre, Rihan. Como el gobierno de Canadá les había negado su solicitud de asilo, la familia decidió emprender un arrojado viaje en el que murieron doce personas, entre ellas cinco niños, y sobrevivieron quince, entre ellas el padre de Aylan, que dijo: «No tengo futuro ya. Mi futuro se fue». Cuando Canadá pretendió enmendar la situación concediéndole asilo, Abdulá Kurdi lo rechazó.

Los restos fueron inhumados en Kobane, un emblemático bastión de la resistencia en el Kurdistán sirio arrebatado a EI. La familia Kurdi venía siendo desplazada por la guerra; había salido de Damasco en 2012, luego Alepo, hasta que los enfrentamientos los empujaron a Kobane y finalmente a Turquía.

El 15 de octubre de 2015, otra vez la tragedia nos obliga a reflexionar. Siete refugiados han perdido la vida hoy en las cercanías de la isla griega de Lesbos un hombre, dos mujeres y cuatro niños, uno de ellos un bebé en el naufragio de un bote neumático en la zona marítima de la isla griega de Kalolimnos, en el mar Egeo. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) afirma que, desde enero de este año, más de 3.000 personas han muerto o desaparecido en el Mediterráneo. Se calcula que 450.000 han alcanzado Grecia, la mayoría procedentes de Siria y la OIM calcula unas 606.000 llegadas a costas europeas en lo que va de año[8].

La batalla de Kobane

La decisiva resistencia kurda en la ciudad de Kobane, en el Kurdistán sirio, en la frontera sur de Turquía, en poder del EI desde 2012 hasta su recuperación total el 27 de junio de 2015, es una muestra acabada de la importancia de la lucha de los peshmergas (combatientes kurdos) organizados en las YPG (Unidades de Protección Popular) en la definición de la guerra en Siria y la pelea contra el califato. El YPG está adscrito al Partido de la Unión Democrática (PYD, nacionalista kurdo) y lo integran también otras formaciones afines, como el grupo armado kurdo-turco Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) y el Partido Revolucionario Liberación del Pueblo (DHKP-C) de línea marxista. En esta batalla han sido apoyados por el Gobierno Regional del Kurdistán iraquí y los EEUU.

El Kurdistán (550.000 km2) es un antiguo territorio sin Estado, habitado por kurdos desde el año 612 (aC), repartido entre Turquía, Irak, Irán y Siria, que actualmente tiene una población de 40 millones de personas. Disputado históricamente por dos imperios –el Otomano y el Persa–, la caída del primero, a fines de la Primera Guerra Mundial, vivificó los anhelos independentistas kurdos tal como lo recoge el Tratado de Sevres (1920) –aún no implementado– patrocinado por el presidente de EEUU Woodrow Wilson, que creaba el Kurdistán y ordenaba la restitución de los territorios armenios retenidos por Turquía luego del Genocidio de los armenios (1915-1923). Su lengua es el kurdo –con variaciones según la región– y las religiones que se practican son la musulmana (sunnita mayoritariamente), el cristianismo a través de diferentes iglesias (católicos y ortodoxos sirios, asirios de Oriente, armenia, caldeos católicos) y el yazidismo.

El pueblo kurdo que habita 17 provincias de Turquía, representa un tercio de ese país. El Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK, Partiya Karkeren Kurdistan en lengua kurda), creado a fines de los 70, histórico grupo rebelde, es considerado por Turquía como una organización terrorista. En este país no se reconoce la lengua kurda. En realidad, solo se la reconoce en Irak, donde está la Región Autónoma del Kurdistán, cuya capital es la milenaria, importante y estratégica ciudad de Erbil.

La cuestión kurda concierne a Turquía, Siria, Irak e  Irán. La ocupación realizada por EI ha potenciado militarmente a las fuerzas de combate kurdas y eso ha profundizado las contradicciones de estos Estados con las reclamaciones kurdas, lo que incluye aspectos políticos (independentistas) y económicos, fundamentalmente por las enormes reservas de petróleo, agua y minerales en el Kurdistán. Lo cierto es que las poblaciones kurdas han sido víctimas de una cruel y reiterada represión a lo largo de la historia, sobre todo reciente.

Así, por ejemplo, Mehmet Dogan, periodista y antropólogo kurdo recuerda[9] que durante los años 70 y 80 la izquierda revolucionaria turca y el pueblo kurdo fueron víctimas de una represión brutal por parte del gobierno turco y que a partir del golpe de Estado (1980) y en 3 meses hubo 600 mil detenciones y que aún hay 20.000 desaparecidos y 12 mil presos políticos”. Dice que este movimiento que nació en Turquía tiene un amplio programa e ideología socialista comunitaria. Al principio de la década del 2000, la dirección del PKK creó un frente amplio llamado Unión de Comunidades de Kurdistán (KCK). “Esta unión de comunidades está uniendo otros partidos kurdos de Irak y de Siria. Hay más de 400 movimientos sociales que están participando de este frente amplio. Explica que luego surgieron movimientos políticos y sociales que aunque nacieron en Turquía, no se limitaron a ese país.

Llegar a Europa desde África

“…Cuenta que pagará 6.000 euros a las mafias y hará lo que los africanos llaman ‘el gran viaje’, aunque no sabe que esa travesía puede acabar en las concertinas [alambres con cuchillas] de Melilla, las cárceles libias o el cementerio de Lampedusa”.

Decenas de miles de africanos del Norte –también algunos sirios y palestinos– tratan de cruzar el Mediterráneo hacia Lampedusa –L’isola bella, la isla bella–, la más cercana al África, en busca de refugio y trabajo en el continente europeo.  Los contingentes están llenos de niños y mujeres. Todos han pagado miles de dólares para ser subidos a embarcaciones en mal estado que se desintegran con el sobrepeso y el oleaje y naufragan. Muy cercana a Túnez y a Libia, esta isla italiana es el camino migratorio más utilizado –y más mortífero– para ingresar a Europa por Italia. En 2014 ingresaron 170.000 y murieron 4000. “El mar está lleno de muertos. Venga aquí a mirar el horror a la cara. Venga a contar los muertos conmigo” dice la alcaldesa de Lampedusa, Giusi Nicolini, al primer ministro de Italia, Enrico Letta.

Entre 2013 y 2014, la operación Mare Nostrum, organizada por Italia con un presupuesto de 9 millones de Euros, realizaba los salvamentos  de los náufragos en todo el Mediterráneo; solo en un año rescató a más de 160.000. Sus críticos decían que alentaba la inmigración. En abril de 2015, en un solo naufragio murieron más de 800 personas. Mare Nostrum contaba con cuatro helicópteros, tres aviones, dos patrulleros, dos corbetas, dos drones y una nave anfibia[10].

En 2015, fue sustituida por la operación Tritón; organizada por la agencia Frontex, intervienen 21 estados europeos a pedido del gobierno italiano, su presupuesto es de 3 millones de euros. Solo puede patrullar a 30 millas de las costas italianas; no está dedicada a la búsqueda y al rescate y no opera en aguas internacionales. Su equipamiento es: un helicóptero, dos aviones y siete patrulleros.

El director de Amnistía Internacional en España, Esteban Beltrán, ha criticado duramente a la Unión Europea. ““Las tragedias en el mar Mediterráneo no ocurren por casualidad”, dijo y reclamó a la UE la creación de “mecanismos y canales legales y seguros para los refugiados”, que proceden fundamentalmente de Siria y de Eritrea, y aumente “drásticamente” los medios para el salvamento marítimo de inmigrantes que viajan por el Mediterráneo hacia Europa[11].

«Tengo que mencionar a las numerosas víctimas de este enésimo naufragio. La palabra que me viene a la mente es vergüenza. Es una vergüenza» dijo el Papa Francisco en octubre de 2013; y en su homilía en Lampedusa, alarmado por la situación, alegó: “hemos caído en la globalización de la indiferencia. ¡Nos hemos acostumbrado al sufrimiento del otro, no tiene que ver con nosotros, no nos importa, no nos concierne[12]”.

Frontex, es la Agencia Europea para la gestión de la cooperación operativa en las fronteras exteriores de los Estados miembros de la Unión Europea[13]. Capacita a los guardias fronterizos nacionales, incluido el establecimiento de normas comunes de formación; lleva a cabo análisis de riesgos; hace un seguimiento de la evolución en materia de investigación relacionada con el control y la vigilancia de las fronteras exteriores. Ha adquirido gran relevancia porque su función consiste también en cooperar a los Estados miembros en circunstancias que requieren un aumento de la asistencia técnica y operativa en las fronteras exteriores como sucede en la actualidad. Además está previsto que Frontex preste el apoyo necesario para organizar operaciones conjuntas de retorno, según indica su reglamento.

Su propio director, el francés Fabricce Leggeri, describe que se está atravesando una situación sin precedentes. Que en 2015 hubo más de 520.000 cruces irregulares de frontera en la UE, y que la velocidad a la que aumenta el número de los que llegan también es excepcional. Aduce que Frontex ha hecho todo lo posible para ayudar a los Estados. “Por ejemplo, entre Turquía y Grecia, tenemos desplegadas 14 patrulleras, cuatro aparatos aéreos y 85 oficiales dedicados a la inscripción y coordinados por Frontex”. Dice que la organización que dirige ha salvado a la tercera parte de las personas rescatadas en el Mediterráneo. Pero aclara que la responsabilidad de los rescates es de los Estados miembros y que Frontex solo colabora con ellos. De modo un tanto retórico dice que “debemos luchar mejor contra los traficantes de personas” aunque reconoce que si se abrieran cauces legales para personas que, según las leyes de la UE, tienen derecho a solicitar asilo, eso contribuiría a evitar ese negocio[14]. En agosto de 2015 solicitó a la UE más recursos humanos y logísticos para cumplir sus cometidos y una ampliación de 20 millones de Euros para su presupuesto 2015, de 114 millones de euros. El de 2014 había sido de 97 millones de euros[15].

Desplazados y refugiados[16]

Durante 2014, los conflictos y la persecución obligaron a una media diaria de 42.500 personas a abandonar sus casas y buscar protección en otro lugar, dentro de las fronteras de su país o en otros países[17]. Unos 13,9 millones de personas se convirtieron en nuevos desplazados por los conflictos o a la persecución en 2014. Entre ellos había 11 millones de nuevos desplazados dentro de las fronteras de su propio país, la cifra más alta nunca registrada. Los otros 2,9 millones de personas eran nuevos refugiados. En todo 2014 la cifra total de refugiados e inmigrantes muertos o desaparecidos en el mar fue de 3.500 personas.

El informe anual de ACNUR, Tendencias Globales, publicado el 18 de junio de 2015, muestra que el desplazamiento de población a nivel mundial provocado por las guerras, los conflictos y la persecución se encuentra en el nivel más elevado jamás registrado por ACNUR y sigue aumentando de manera acelerada.

De los 59,5 millones de personas desplazadas forzadamente hasta el 31 de diciembre de 2014, 19,5 millones eran refugiados (14,4 millones bajo el mandato del ACNUR y 5,1 millones registrados por la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), 38,2 millones desplazados internos y 1,8 millones solicitantes de asilo. Además, se calcula que la apatridia afectó al menos a 10 millones de personas en 2014, aunque los datos recabados por los gobiernos y comunicados al ACNUR se limitaban a 3,5 millones de apátridas en 77 países. Siria es el país que a nivel mundial ha generado el mayor número tanto de desplazados internos (7,6 millones), como de refugiados (3,88 millones al final de 2014). Afganistán (2,59 millones) y Somalia (1,1 millones) son los siguientes países que generan más refugiados. Las regiones en desarrollo acogen al 86% de los refugiados del mundo: 12,4 millones de personas, el valor más elevado desde hace más de dos decenios.

En los últimos cinco años, han estallado o se han reactivado al menos 15 conflictos: ocho en África (Costa de Marfil, República Centroafricana, Libia, Malí, noreste de Nigeria, Sudán del Sur y, este año, Burundi); tres en Oriente Medio (Siria, Irak y Yemen); uno en Europa (Ucrania) y tres en Asia (Kirguistán[18], así como varias regiones de Myanmar y Pakistán). Pocas de estas crisis se han resuelto y la mayoría de ellas continúan produciendo nuevos desplazamientos. En 2014, sólo 126.800 refugiados pudieron regresar a sus países de origen, la cifra más baja registrada en los últimos 31 años.

Europa (51%)

Varios temas han atraído la atención pública, de forma tanto positiva como negativa, sobre cuestiones relacionadas con refugiados en esta región: el conflicto en Ucrania, el triste récord de 219.000 llegadas a través del Mediterráneo y el gran número de refugiados sirios que se encuentran en Turquía –que en 2014 se convirtió en el país que más refugiados acoge del mundo, con 1,59 millones de refugiados sirios a finales de año-. En la Unión Europea, la mayor parte de las solicitudes de asilo se han presentado en Alemania y Suecia. En total, el número de personas desplazadas forzosas en Europa ascendía a 6,7 millones a finales de año, en comparación con los 4,4 millones de finales de 2013. Entre las personas desplazadas en Europa, la mayor parte son sirios refugiados en Turquía, así como ucranianos en la Federación Rusa.

Oriente Medio y el Norte de África (19%)

El sufrimiento masivo provocado por la guerra siria, con 7,6 millones de desplazados internos y 3,88 millones de personas refugiadas en la región y más allá, convierte a Oriente Medio al mismo tiempo en el mayor generador y receptor mundial de desplazados forzosos. A las alarmantes y altísimas cifras de Siria, hay que añadirles los nuevos desplazamientos de al menos 2,6 millones de personas en Irak -donde la cifra total de desplazados internos era de 3,6 millones de personas a finales de 2014-, así como de 309.000 nuevos desplazados en Libia.

África Subsahariana (17%, excluyendo Nigeria)

Los conflictos en África, frecuentemente ignorados, como en el caso de la República Centroafricana, Sudán del Sur, Somalia, Nigeria, la República Democrática del Congo[19], y otros países, generaron en conjunto unos altísimos niveles de desplazamiento forzado en 2014. En proporción, son de magnitud ligeramente menor que en Oriente Medio. En total, el África subsahariana contaba con 3,7 millones de refugiados y 11,4 millones de desplazados internos, de los cuales, 4,5 millones de los cuales eran nuevos desplazados en 2014. El dato de un 17 por ciento de aumento total de desplazados no incluye a Nigeria, ya que la metodología para contar el número de desplazados internos cambió en el transcurso de 2014 y las estadísticas no son fiables. Etiopía sustituyó a Kenia como el país que acoge al mayor número de refugiados de África y ocupa el quinto puesto en el ranking mundial de países de acogida.

Eritrea

En Eritrea (Africa Oriental), que en 1991 se independizó de Etiopía, país con el que sostuvo una cruenta guerra entre 1998 y 2000 y cuyo conflicto permanente –lleva 30 años– afecta seriamente a los estados vecinos de Yemen, Yibuti, Sudán, Darfur y Somalia. El gobierno dictatorial de Isaias Afewerki, en el poder desde la independencia,  ha militarizado la sociedad y expulsado a decenas de miles de eritreos que huyen por el Mediterráneo o por la península de Sinay a través de rutas cargadas de peligro, donde son encerrados en campos de concentración, esclavizados y los  niños explotados.

El gobernó eritreo ha puesto innumerables obstáculos para  investigar la situación en ese país y sistemáticamente ha negado la entrada a la relatora especial de la ONU Sheila Keetharuth[20], cuyo informe de 2015 reseña las continuas violaciones de derechos humanos, entre ellas ejecuciones extrajudiciales, tortura y la obligación de prestar servicio militar nacional indefinido e incluye un pormenorizado análisis de las personas que escapan del país, entre ellas miles de niños y jóvenes y los riesgos que corren en la travesía de fronteras, el desierto y el mar y el acoso de las organizaciones de tráfico de personas. Reseña que desde 1998 se han destruido 100.000 casas y se ha producido el desplazamiento de 450.000 personas[21].

Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), unos 4.000 eritreos escapan clandestinamente, cada mes, hacia Etiopía, Sudán y Libia. Su destino final es Europa, en particular Italia, pero para ello deberán pagar miles de dólares a las mafias de la trata de personas y muchos encontrarán el final de sus vidas en el fondo del Mar Mediterráneo. En 2014,  40.000 ingresaron refugiados eritreos en Etiopía,  casi el doble que el año anterior (21.400). Esto hizo que el número de refugiados eritreos en el país fuera de 123.800 al finalizar el año.

Estas mafias son una expresión más de un mundo signado no solo por la pobreza y la desigualdad sino también por la exclusión de pueblos y territorios y la emergencia de la economía criminal global asociada a la economía formal y a las instituciones políticas y la  vigencia de una gran diversidad de operaciones interconectadas de tráfico: de armas; de material nuclear secreto; de mujeres y niños para su explotación; de órganos; de drogas, el blanqueo de dinero y el contrabando de inmigrantes ilegales por causas económicas –desde países pobres a países ricos– o de refugiados por conflictos bélicos. La interconexión entre las distintas redes de la economía criminal provoca el socavamiento y la corrupción del Estado y una reducción de derechos, valores e instituciones en los Estados democráticos donde emergen sentimientos xenófobos en las sociedades y  se produce el rechazo del migrante a partir de su identificación con el delito económico o político (terrorismo)[22].

Políticas de la Unión Europea

El 24 de setiembre de 2015, la Unión Europea decidió incrementar los recursos para ayuda humanitaria a los países que limitan con Siria (Turquía, Líbano, Jordania) donde se concentran 3.8 millones de refugiados; no obstante, el Consejo de Justicia y Asuntos de Interior de la UE resolvió reubicar a 120.000 personas.

Para António Guterres, ex presidente de la Internacional Socialista y actualmente Alto Comisionado del ACNUR, este plan debe ponerse en marcha inmediatamente y “solo puede funcionar si, en los puntos de entrada a Europa, se crean sólidas instalaciones para recibir, dar asistencia, registrar e identificar a las personas. Estas instalaciones deben tener capacidad para gestionar la media de 5.000 personas al día que llegan por mar. Asimismo, deben poder ofrecer a las personas que necesitan protección internacional una alternativa creíble a los actuales caóticos viajes con los que intentar cruzar frontera tras frontera, estando a merced de los traficantes de personas”. Para el ACNUR, este programa resulta limitado para cubrir las enormes necesidades actuales, y para que el sistema funcione; considera que también se debe proporcionar apoyo efectivo a aquellos que no precisen de protección internacional para que puedan retornar en condiciones dignas.

Pero si la recepción en algunos países de la UE es precaria, los refugiados  buscarán reasentarse en otros, como vemos en la larga marcha por llegar a Alemania, Italia, Suecia…. Uno de cada diez refugiados sirios necesita ser reasentado, lo que supone un total de 400.000 personas, por ello ACNUR convoca a la comunidad internacional en su conjunto para que se adopten respuestas excepcionales como en otras  crisis humanitarias. “Sin estas vías, se deja a los refugiados sin opciones, y consecuentemente hay pocas probabilidades de que surtan efecto los esfuerzos internacionales para acabar con la trata y tráfico de personas”.

La Unión Europea tiene actualmente 508 millones de habitantes. Podemos preguntarnos entonces si 700.000 refugiados o migrantes pueden poner en crisis a los 28 países, o al sistema de admisión, o si la crisis se produce en la discusión de este tema. Sus propias estadísticas revelan que un tercio de los solicitantes de refugio proceden de países en guerra (principalmente de Siria y Eritrea), mientras los otros dos tercios, provenientes de países pobres –mayoritariamente hombres jóvenes y no familias– buscan migrar por cuestiones económicas. No puede soslayarse la apertura de Alemania, el país más poderoso de la Unión, cuya recepción masiva enfrenta una positiva/objetiva simbología humanitaria con sus necesidades económicas. El esquema es conocido: países desarrollados y con elevada educación de sus habitantes, requieren trabajadores con menor calificación –y también profesionales– para la industria y los servicios.

“Si llegamos a integrarlos rápidamente al mercado de trabajo, ayudaremos a los refugiados, y nos ayudaremos a nosotros mismos” dice Ulrich Grillo, presidente de la Federación de la Industria Alemana, que ha hecho público el interés en incorporar 800.000 trabajadores extranjeros en Alemania. En tanto la legislación europea lo impide –y para ello cuenta con el beneplácito de sectores sociales remisos al ingreso de extranjeros en la mayoría de los países-, los industriales alemanes están llamando a la crisis por su nombre para generar un cambio en las normas europeas. Unos pasos delante de otros países de la UE, en Alemania el debate del gobierno conservador de Merkel con la socialdemocracia es promover una ley de inmigración que simplifique el acceso al mercado laboral[23]. Todo esto explica que recientemente Alemania (que es el país europeo más comprometido) haya suspendido las “Leyes Dublin”, para los refugiados sirios.

El sistema Dublin regula el ingreso de extranjeros en la Unión Europea. Advertimos que los refugiados circulan por el interior de la UE sin que se les haya concedido asilo, aunque el primer país receptor es el que debe concederlo y de hecho quedan registrados, a menos que el ingreso haya sido clandestino, “sin papeles”. El Consejo de Ministros de interior de la UE, el 22/9/15 aprobó la implementación de “cuotas” para 120.000 refugiados durante los próximos dos años, pero hubo serias discrepancias de los países del Este que, o votaron en contra o pusieron obstáculos ya que rechazan el reparto obligatorio y a los musulmanes.

Los países europeos aplican la política de recepción de diferente manera:

1º Los países del Este, República Checa, Eslovaquia, Polonia y Hungría, gobernados por sectores de extrema de derecha y conservadores, rechazan la implementación de “cupos” por países que propone la UE, siendo el primero el que más refugiados recibe. El parlamento húngaro aprobó (21/9/15) con una mayoría de dos tercios la militarización de sus fronteras con el ejército y la policía, el uso de armas de fuego y penalización con cárcel para quienes intenten ingresar ilegalmente en su territorio. El primer ministro húngaro Viktor Orban plantea que Europa está “invadida” por migrantes que además “amenazan” su modo de vida. Hungría ha construido una valla que incluye alambres punzantes en su frontera con Serbia, en la llamada “ruta de los Balcanes” de los refugiados que llegan de Siria, Afganistán o Pakistán, una de las más frecuentadas. En 2015, pasaron por allí 150.000 refugiados. Hungría pertenece al espacio Schengen que suprime fronteras en Europa.

2º El bloque de los Balcanes (Macedonia, Serbia) y Austria proponen incrementar los controles fronterizos con personal de los países integrantes, habida cuenta del gran flujo de refugiados y migrantes que ingresa por Grecia (se estiman 3000 diarios). Están coordinando con Hungría.

3º Grecia (desde Turquía) e Italia (desde Libia), reciben el mayor flujo por sus fronteras y los solicitantes de asilo o inmigrantes buscan llegar al Norte de Europa, principalmente a Alemania. La grave crisis económica de Grecia hace que las condiciones de recepción sean misérrimas y de ahí el deambular por las islas en muy malas condiciones.

4º España recibe sobre todo inmigrantes de África, tiene sus propias fronteras “duras” en la ciudades españolas en territorio africano Ceuta y Melilla, donde desde los años 90 existen muros con alambres y cuchillas cortantes. Se trata de dos vallas de seis metros de altura y una valla de alambres tridimensionales intermedios,  de tres metros. Allí no actúa la agencia Frontex “porque España no lo ha solicitado”[24].España se resiste a la política de cupos.

5º Francia y Alemania levantan una política sustentada en los derechos humanos y los valores humanitarios, y debaten en la UE la implementación de cupos.

6ª El Reino Unido rechaza las leyes europeas para la inmigración, ha endurecido las penas para los ilegales y su recepción a refugiados es acotada. En 2016 decidirán si ingresan a la UE.

7º Dinamarca ha resuelto en el Parlamento el recorte de su ayuda a los refugiados. Suecia recibe refugiados pero registra un incremento de rechazo social a los extranjeros a partir del crecimiento de la extrema derecha.

Con el propósito de frenar el flujo de refugiados hacia Europa, la Comisión Europea estableció un acuerdo con Turquía (15/10/2015) por el que le paga 3000 millones de euros en concepto de ayuda financiera. Turquía reclama 7000 millones, acelerar la liberalización de visados Schengen para los ciudadanos turcos y profundiza el discutido tema de su ingreso a la Unión Europea, limitado –entre otras cuestiones– por una resolución del Parlamento Europeo del 18/6/1987, que condiciona su ingreso al reconocimiento del Genocidio contra los armenios (1915-1923)[25], tema que habría sido evocado por el propio Parlamento Europeo en abril de 2015, para que Turquía realice este reconocimiento en el año del centenario del Genocidio Esta segunda resolución del Parlamento Europeo incluía, además, observaciones sobre carencias en libertad de expresión, prensa e independencia judicial en Turquía, lo que fue entonces duramente rechazado –como “inaceptable”– por el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan. Seis meses después, con la crisis de los refugiados sobre la mesa, la Unión Europea revisa su controvertida relación con Turquía.

Naciones Unidas, dos escenarios complementarios: Comisión investigadora del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y Comisión de la ONU sobre Siria.

La Comisión investigadora del Consejo de Derechos Humanos de la ONU para Siria presidida por el brasileño Paulo Piñeiro, e integrada por la ex fiscal suiza Carla del Ponte, la estadounidense Karen Koning Abuzayd y el tailandés Vitit Muntarbhorn reconoce que por ahora los suizos solo tienen la opción de huir de su país, en tanto que diversos países que dicen apoyar una salida a través de la negociación, entregan armas a los sectores contendientes –estatales y no estatales– privilegiando intereses nacionales y se resisten a cumplir con sus compromisos humanitarios y esperan que el acercamiento entre Rusia y EEUU contribuya a establecer una solución, a pesar de sus posiciones totalmente opuestas ya que mientras para Barak Obama, Asad es un dictador y no puede haber un retorno a la situación anterior a una guerra tan sangrienta, para Vladimir Putin el gobierno de Asad es legítimo y sería un error no negociar con él. Carla del Ponte hace hincapié en los crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos por el gobierno del presidente sirio Bachar Al Asad y pone por ejemplo el caso del presidente de la ex Yugoslavia Slobodan Milosevic, que incluso después del acuerdo, fue juzgado y condenado por un tribunal internacional[26].

Ya en marzo de 2015, Pinhero había advertido: “Es lamentable que hasta ahora, un año después de la última discusión sobre una resolución vetada que consideraba enviar el caso de Siria a la Corte Penal Internacional y después de la resolución que menciona la necesidad de poner fin a la impunidad en Siria, el Consejo de Seguridad no haya sido capaz de abordar el tema”. Citó una lista de abusos entre los que destacó la utilización de bombas de barril, ejecuciones masivas y violencia sexual. Entre otros atropellos, el experto detalló que los combatientes de EI secuestran a mujeres y niñas en Iraq para luego venderlas en Siria como esclavas sexuales o como botines de guerra. Agregó, asimismo, que la Comisión presentará los nombres de los presuntos responsables de crímenes de guerra o de lesa humanidad a los Estados interesados en procesar los casos. La delegación Siria ante el Consejo de Derechos Humanos rechazó el informe y aseveró que carece de credibilidad[27].

Abiertamente alineada con el presidente Al Asad y dando un giro muy relevante a la situación internacional, desde el 30 de setiembre de 2015 Rusia bombardea posiciones en Siria: supuestamente de EI y del Ejército de la Conquista (formado por milicias sirias: la rama siria de Al Qaeda, el Frente Al Nusra, y Ahrar al Sham).

Lo hace –al regreso del presidente Putin de la Asamblea General de la ONU–, con la anuencia del Parlamento ruso, en respuesta a la petición del presidente  Al Asad, amparado por el Consejo de Seguridad de la ONU[28]  y en el marco del Derecho Internacional, argumenta Putin;  dice también que las acciones en el mismo sentido de EE UU, Francia y Australia no tienen ese respaldo y que tampoco Siria ha requerido su ayuda militar. Asimismo, explica que Rusia “considera posible e indicado unir los esfuerzos de todos los Estados interesados” en la lucha contra el Estado Islámico apoyándose en los Estatutos de la ONU. Para el presidente ruso, el “único camino correcto” en la lucha contra el terrorismo internacional es “actuar con anticipación, luchar y aniquilar a los combatientes y a los terroristas en el territorio que ya han conquistado, no esperar a que vengan a nuestra casa”. En tanto, la respuesta oficial de EEUU brindada por el secretario de Defensa Ash Carter es que la estrategia rusa fracasará, ya que el apoyo al régimen de Asad es “contradictorio” e incrementará la guerra civil en Siria porque consolida a los grupos extremistas sin buscar una solución política al conflicto[29]. Además acusa a Rusia de bombardear, no solo las posiciones de EI sino también a las milicias del Ejército Libre Sirio, apoyados por Estados Unidos y Occidente en general.

El diario El País, de España, informa que “según el periódico Nováia Gazeta, los militares rusos consultaron con los representantes del sector petrolero, se interesaron sobre la disposición de los oleoductos e inquirieron sobre las estaciones de bombeo que deberían ser inutilizadas para impedir el transporte y el contrabando de crudo. Los petroleros dieron a los representantes del Ministerio de Defensa exhaustiva información sobre la ubicación de las instalaciones controladas por el EI. El contrabando de petróleo es una de las fuentes de financiación del grupo terrorista”[30].

Por otra parte, desde 2012, funciona la Comisión de la ONU sobre Siria que consiste en una mesa de negociación en Ginebra (propone alto de fuego y negociación pacífica) que poco avanza, sustentada en el Comunicado de Ginebra  –la integran las grandes potencias y Siria–. El Comunicado de Ginebra se sustenta en cuatro puntos básicos: cese de los actos de violencia –bajo control de la ONU–; liberación de los prisioneros; libre circulación de los periodistas extranjeros; libertad de asociación y  libertad para realizar manifestaciones.

En julio de 2015, el Secretario General de la ONU propuso abrir un nuevo proceso de negociación que presentó ante el Consejo de Seguridad e insiste en el plan presentado por su representante para Siria, Staffan de Mistura.

El fracaso de las negociaciones, según el representante, se debe a tres factores: 1º) ciertos firmantes del Comunicado (Estados Unidos, Francia, Kuwait, Qatar, Reino Unido y Turquía) no cumplieron su palabra y reactivaron la guerra mientras que los “Amigos de Siria” organizaban la llegada de cientos de miles de combatientes. 2º) el «Consejo Nacional» y los individuos que se unieron a ese Consejo en el marco de la «Coalición Nacional de las Fuerzas de la Oposición y de la Revolución» pospusieron la aplicación del Comunicado para cuando se produzca “la caída del régimen” y respaldaron el terrorismo. 3º) la República Árabe Siria, la oposición leal a ella y los ex rebeldes armados iniciaron, por sí solos y en contra de todos, la aplicación del Comunicado y ahora luchan juntos contra el terrorismo[31].

Conclusiones

A modo de conclusión, podría decirse que no habrá paz en Siria ni en la región si las negociaciones no avanzan y se vence el accionar extremista de EI. Las dificultades para una negociación se multiplican no solo por la violencia regional sino también por la circunstancia de que el EI no es una entidad estatal en el sentido estricto y jurídico del Derecho Internacional Público. Y por lo tanto, resultan estériles e inapropiados los mecanismos tradicionales para el arreglo de controversias en las negociaciones de paz.

Pero la emergencia de EI, la creación del Califato y un conflicto bélico intraislámico (entre chiitas y sunnitas) plantean una situación en Medio Oriente que problematiza la aplicación de los instrumentos del Derecho Internacional y del Derecho de los Derechos Humanos desarrollados a través del sistema de Naciones Unidas desde su creación, en 1945. Los califatos de los Estados árabes como entidad son anteriores a la política colonial europea, en particular la francesa y la británica desde mediados del siglo XIX.

El peso de los intereses en juego –geopolíticos y económicos– dificulta enormemente las negociaciones y hace que el accionar de las distintas potencias sea divergente y en algunos casos profundice el conflicto. En este contexto, la problemática del petróleo, agigantada con las dos intervenciones de Estados Unidos a Irak, erosiona seriamente la credibilidad de Occidente. Lo cierto y comprobable es que aquellas intervenciones tuvieron un impacto devastador, agravaron la situación interna en Irak, donde se desató una guerra civil que rápidamente se expandió a toda la región.  A ello se suma la condena a muerte y la ejecución de Saddam Hussein ordenada por un tribunal ilegal gestado por las propias potencias ocupantes.

En sintonía con las advertencias de Raúl Alfonsín, la supresión del Derecho Internacional acarrea serias consecuencias como desprotección y desamparo de las poblaciones y la necesidad urgente de que el mundo rescate el humanismo y se apoye en el Derecho Internacional con premura, sobre todo ante la muy grave situación que están viviendo los refugiados en una región deshecha que expulsa al destierro a millones de personas cuando aún no han cesado los éxodos y grandes desplazamientos del continente africano. Esto es lo que hace decir a muy lúcidos analistas que la situación no puede sino agravarse y que lo peor aún está en el futuro.

* Presidente de la Auditoría General de la Nación. Ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas

[1] Alfonsin Raúl “Guerra y definición del futuro”,  Diario Clarín, 25de febrero de 20003. Disponible en: http://edant.clarin.com/diario/2003/02/25/o-01901.htm.

[2] Sergio Vieira de Mello fue mi amigo y compañero de ruta. Apenas ocho meses después de haber sido designado Alto Comisionado para Derechos Humanos, fue requerido por el Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan para que, transitoriamente, lo representara en Bagdad, uno de los lugares más candentes y riesgosos del planeta. Me constan sus fundadas reticencias para ir. Sospecho que el argumento que lo empujó a aceptar tamaño desafío fue que solo alguien como él, que tenía tanta experiencia en el terreno y gozaba de gran reconocimiento internacional y de la confianza de los distintos actores, podía contribuir a frenar el desprestigio que la guerra de Irak había acarreado a las Naciones Unidas y reiniciar una lenta recomposición. En mayo de 2002, Sergio Vieira de Mello protagonizó la histórica experiencia de reconstruir un país desde las cenizas, del brazo de la ONU: la isla de Timor Oriental. En el ámbito internacional, todos recuerdan su destreza en las negociaciones multilaterales, así como su compromiso y su inagotable entrega para resolver los más graves desafíos humanitarios. Tal fue el caso de su actuación en el contexto del trágico conflicto que se desató en la Región de los Grandes Lagos, al este del continente africano, como también durante la prolongada guerra en la antigua Yugoslavia, especialmente en Bosnia y Herzegovina. Tuvo también a su cargo las complejas operaciones de socorro a miles y miles de refugiados vietnamitas, laosianos y camboyanos que huían del terror en frágiles y sobrecargadas balsas sacudidas por los violentos mares del sudeste asiático. Todos valoraban, además, su desempeño en el contexto de las administraciones transitorias de las Naciones Unidas en Camboya (1991) y en Kosovo (1999), sin omitir su experiencia juvenil en Sudán, en Mozambique y en otros lugares de conflicto. La labor desarrollada por la Fuerza Interina de la ONU en el Líbano, de la cual fue asesor en cuestiones políticas de 1981 a 1983, le valieron a la ONU su primer Premio Nobel de la Paz. En un artículo de opinión titulado “Adiós al amigo Sergio Vieira de Mello”, publicado en La Nación el 27 de agosto de 2003, evoco su trayectoria, las vicisitudes de su vida y cuestiones más íntimas como es la circunstancia referida a quien fuera su compañera entonces, la argentina Carolina Larriera..

[3] Los refugiados son víctimas de persecución política, religiosa o de otra índole. El derecho internacional define y protege a los refugiados. La Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951 y su Protocolo de 1967, así como otros instrumentos legales, tales como la Convención de la OUA por la que se regulan los aspectos específicos de problemas de los refugiados en África de 1969, o la Declaración de Cartagena sobre los Refugiados de 1984, continúan siendo la piedra angular de la moderna protección de los refugiados. Uno de los principios fundamentales establecidos en el derecho internacional es que los refugiados no deben ser expulsados o devueltos a ningún país en el que su vida y libertad están en peligro.

Los migrantes eligen trasladarse no a causa de una amenaza directa de persecución o muerte, sino principalmente para mejorar sus vidas al encontrar trabajo o educación, por reunificación familiar, o por otras razones. A diferencia de los refugiados, quienes no pueden volver a su país, los migrantes continúan recibiendo la protección de su gobierno. Para los gobiernos esta distinción es importante. Los países tratan a los migrantes de conformidad con su propia legislación y procedimientos en materia de inmigración, mientras tratan a los refugiados aplicando normas sobre el asilo y la protección de los refugiados, que están definidas tanto en su legislación nacional, como en el derecho internacional. Los países tienen responsabilidades específicas hacia cualquier persona que solicite asilo en su territorio o en sus fronteras. “El ACNUR ayuda a los países a enfrentar sus responsabilidades de asilo y protección”.

Véase en ACNUR: http://www.acnur.org/t3/noticias/noticia/refugiado-o-migrante-acnur-insta-a-usar-el-termino-correcto/

[4] Propuestas del ACNUR ante la crisis de refugiados y migrantes en Europa.  22 deseptiembre 2015. Disponible en: http://www.acnur.org/t3/noticias/noticia/propuestas-del-acnur-ante-la-crisis-de-refugiados-y-migrantes-en-europa/.

[5] “En los grandes centros conquistados en el último año, como Mosul, el Estado Islámico busca el favor de la población con una política de normalidad cotidiana y muestra una gran flexibilidad ante las exigencias de cada comunidad. En Faluya, en 2014, la bandera del Califato no se izó hasta semanas después, mientras negociaba las condiciones de gestión de la ciudad con los jefes tribales. Esa estrategia está dando frutos tanto dentro del nuevo Estado como en el exterior. (…) Tanto en Irak como en Siria, el arma de captación más refinada del Estado Islámico es el aliciente nacionalista en contra de los regímenes dictatoriales chiíes y sus aliados occidentales. Por desgracia, Occidente no ha comprendido todavía que el fundamentalismo religioso ha sufrido una mutación genética. Quienes se dejan seducir por él se introducen de golpe en una experiencia única: la creación de la primera nación-Estado suní, la materialización de la utopía política musulmana. Por eso, para entender la capacidad del EI para atraer a hombres y mujeres en el exterior y obtener el consenso popular en su interior, deberíamos hablar de patriotismo, más que de terrorismo”. “Por qué funciona el Califato”, Loretta Napoleoni, 27/6/2015.Diario El País, España, Disponible en: http://elpais.com/elpais/2015/06/27/opinion/1435427351_770200.html 

[6] Der Ghougassian, Khatchik “El auge del islamismo en la política internacional y la lucha pr el poder en Medio Oriente” Revista de la Bolsa de Comercio de Rosario, edición n°1506, diciembre de 2008.

[7] Der Ghougassian, Khatchik “”Infeliz primer cumpleaños del Califato” Revista UDESA y “La lucha despiadada por imponer una religión” diario La Nación, 7/9/2014.

[8] “Siete refugiados, entre ellos cuatro niños, mueren al intentar llegar a Lesbos”, Diario EL Mundo, 15 de Octubre de 2015. Disponible en: http://www.elmundo.es/internacional/2015/10/15/561fd62222601db5778b4607.html.

[9] “El PKK es la única fuerza que puede liderar la iniciativa contra el llamado Estado Islámico”. Resumen Latinoamericano, 8/9/2014. Disponible en: http://www.resumenlatinoamericano.org/2014/09/08/el-pkk-es-la-unica-fuerza-que-puede-liderar-la-iniciativa-contra-el-llamado-estado-islamico/

[10] “Diferencias entre Mare Nostrum, Tritón y Frontex” Te interesa.es, 20/04/15. Disponible en: http://www.teinteresa.es/mundo/Diferencias-Mare-Nostrum-Triton-Frontex_0_1342666929.html

[11] Ibídem

[12] Papa Francisco,  Homilía en Lampedusa, Campo de deportes «Arena»,  8 de julio de 2013.

[13] También está vinculada con otros socios de la Comunidad y de la UE responsables de la seguridad de las fronteras exteriores, como EUROPOL, CEPOL, OLAF, la cooperación aduanera y la cooperación en controles fitosanitarios y veterinarios. Interviene en la seguridad fronteriza garantizando la coordinación de las acciones de los Estados miembros en la ejecución de medidas comunitarias relativas a la gestión de las fronteras exteriores. Creada por el Reglamento (CE) nº 2007/2004 del Consejo (26.10.2004, DO L 349/25.11.2004).

 

[14] “Levantar vallas no es la solución” reportaje de Ana Carbajosa e Ileana Grabitz a Fabrice Leggeri en diario El País, España, 21/09/2015. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/09/20/actualidad/1442774434_041291.html

[15] Disponible en: http://www.europarl.europa.eu/EPRS/EPRS-AaG-548974-Frontex-ES.pdf

[16] ACNUR. Estadísticas. Disponible en: http://www.acnur.org/t3/recursos/estadisticas/

[17] “Europeos, no levanten ese muro”, por Leandro Despouy, publicado en Clarín el 24 de julio de 2008. Disponible en: http://edant.clarin.com/diario/2008/07/24/opinion/o-01721741.htm

[18]En 2005, oportunidad en que visité Kirguistán como Relator Especial, tuve oportunidad de ocuparme de la crítica situación de los refugiados uzbekos en Kirguistán. E/CN.4/2006/52/Add.3 (Disponible en: http://leandrodespouy.com/mision-a-kirguistan.html). Muchos de esos refugiados, más tarde fueron devueltos ilegalmente a Uzbekistán.

[19] País que visité en 2008 como relator especial de la ONU, con el propósito de establecer un informe sobre el juzgamiento de los crímenes contra la humanidad. A las graves consecuencias humanitarias que han tenido sobre el Congo las crisis  del último decenio en los países de la región, comprobamos que ese país es uno de los más afectados en el continente africano, se suma las circunstancias las consecuencias dramáticas que tuvieron sobre el Congo los genocidios que se perpetraron en Ruanda, Burundí  y Darfur. Se estima que alrededor de 5 millones de congoleses perdieron la vida en este dramático escenario. (A/HRC/8/4/Add.2, Disponible en: http://leandrodespouy.com/mision-a-la-republica-democratica-del-congo.html)

[20] A inicios de este 2015, la relatora especial Sheila Keetharuth me invitó a participar de una misión de expertos con el objeto de llevar a cabo tres misiones a países vecinos en el supuesto de que el dictador de Eritrea impidiera su entrada, hecho que finalmente se confirmó. No tuve disponibilidad para integrar esas misiones por cuestiones laborales que tenían por objeto, entre otros, acercar información no sólo vinculada a la tragedia humanitaria sino también para poner de relieve las condiciones de esclavitud a las que son sometidas las personas capturadas en el sur de Libia y otros enclaves en el amplio desierto del Sahara.

[21]Report of the Special Rapporteur on the situation of human rights in Eritrea, Sheila B. Keetharuth.  Informe A/HRC/29/41 a la Asamblea General de la ONU – 19 de Junio de 2015 (en inglés).

[22] Ver Castells, Manuel, “El Cuarto Mundo: capitalismo informacional, pobreza y exclusión social” (2) y “La conexión perversa: la economía criminal global” (3) en La era de la información,  Vol. 3. Alianza Editorial, Madrid (1998) PP. 95-233.

[23] “Con un desempleo bajo (6,4%), Alemania necesita 140.000 ingenieros, programadores y técnicos, según la federación de empresarios BDA. El artesanado, la sanidad y la hostelería también buscan ávidamente personal. Y unos 40.000 puestos de aprendiz podrían quedar vacantes este año” “Los migrantes, esperanza de empresarios alemanes contra falta de mano de obra” diario  La Nación, 6/9/2015, Paraguay. Disponible en: http://www.lanacion.com.py/2015/09/06/los-migrantes-esperanza-de-empresarios-alemanes-contra-falta-de-mano-de-obra/

[24] “El director de Frontex prevé una inmigración récord para 2015”, diario El País, España, 13/04/15. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/03/12/actualidad/1426170589_065874.html

[25] “Turquía exige algo más que dinero. Lo primero, acelerar la liberalización de visados, prevista para 2017 y que podría adelantarse a 2016, aunque hay muchos Estados —Alemania entre ellos— con reticencias a ese gesto de confianza en los vecinos turcos. También está sobre la mesa avanzar en el proceso de adhesión de Turquía a la UE, prácticamente paralizado por las reticencias hacia el creciente autoritarismo de Turquía y su escasa convergencia con los principios europeos. Ankara quiere también celebrar cumbres bilaterales con la UE para avanzar en estos asuntos. Y la Comisión, que figure en la lista de países seguros a los que retornar a los migrantes que hayan salido de allí. Las medidas serán difíciles de pactar. ‘Con el pretexto de que Turquía nos ayude no podemos aceptar que haya liberalización de visados sin condiciones’, alertó el presidente francés, François Hollande. ‘Todos estos asuntos presentan importantes problemas políticos», añadieron fuentes diplomáticas de otro de los grandes países comunitarios’. Abellán, Lucía “Bruselas mejora la oferta a Turquía para que frene a los refugiados” en diario El País, España, 16/10/2015. Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/15/actualidad/1444895478_234807.html

[26] «Bachar el-Assad sera jugé comme Slobodan Milosevic»  Frédéric Koller, 22/9/15 Le Temps. Disponible en: http://app.letemps.ch/Page/Uuid/b5371e30-6096-11e5-bcb8-823d68be581d/Bachar_el-Assad_sera_jug%C3%A9_comme_Slobodan_Milosevic

[27] “Siria: Comisión Investigadora presenta informe al Consejo de Derechos Humanos” 17/3/15. Centro de Información de la ONU. Disponible en: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=31911#.Vg1bjfmqqko

[28] 30 de septiembre, 2015 — El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, afirmó que la intervención que comenzó hoy la Fuerza Aérea rusa contra posiciones del grupo terrorista ISIS {EI} en Siria, atiende a una solicitud del gobierno de ese país y cuenta con el consentimiento del parlamento ruso. Subrayó que esas acciones han sido notificadas a Estados Unidos y a otros miembros de su coalición y que Rusia está preparada para comunicarse con esos Estados para fomentar la efectividad de esos ataques. En su condición de presidente del Consejo de Seguridad durante el mes de septiembre, Lavrov dirige hoy una reunión ministerial sobre la solución de los conflictos y el combate al terrorismo en Oriente Medio y África del Norte.  El canciller ruso apuntó que los pueblos de esa región merecen todo el apoyo de la comunidad internacional y opinó que los esfuerzos por la paz no tendrán posibilidades de éxito si se repiten los errores que han conducido a la destrucción del mapa político de la región. “En el pasado, en Iraq, Libia, Yemen, Siria, tratamos de convencernos de que íbamos a resolver, y las decisiones sobre las soluciones se tomaban a cualquier precio para cambiar un régimen por otro, sin tener una estrategia a largo plazo. Como resultado de esta euforia, luego de la Primavera Árabe surgió el horror del aumento de la violencia, las guerras religiosas, y el terrorismo”, dijo.  Lavrov aseveró que ante el crecimiento de la amenaza del ISIS se hace imprescindible fomentar la cooperación práctica de todas las fuerzas que luchan contra el terrorismo y solicitó que ese grupo sea incluido urgentemente como una entidad separada en la lista de sanciones del Consejo de Seguridad. Asimismo, pidió una respuesta a la amenaza de los combatientes terroristas extranjeros con la creación de una base de datos que contenga información sobre éstos y que cuente con mecanismos para intercambiar información sobre sus movimientos. Lavrov informó que su país presentará hoy un proyecto de resolución a la aprobación del Consejo de Seguridad para organizar actividades antiterroristas sobre la base del derecho internacional. “Rusia explica en el Consejo de Seguridad su incursión aérea en Siria contra objetivos del ISIS“. Centro de Noticias ONU. Disponible en: http://www.un.org/spanish/News/story.asp?NewsID=33466#.Vg19B_mqqko

[29] Rusia admite que no solo está atacando en Siria al Estado Islámico” diario El País, España. 1/10/15 Disponible en: http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/01/actualidad/1443683235_197494.html

[30] Ibídem.

[31] (25/9/2015) Disponible en: http://www.voltairenet.org/article188806.html

 

Leandro Despouys:  Presidente de la Auditoría General de la Nación. Ex presidente de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas