El presidente de la Fundación Ricardo Rojas, Juan Manuel Casella advirtió que si los senadores nacionales de la UCR, empezando por el también titular del comité nacional, Martín Lousteau, apoyan al juez Ariel Lijo para integrar la Corte Suprema de Justicia de la Nación “van a estar demostrando que se han adaptado a la necesidad de cumplir con los requisitos que (Daniel) Angelici está reclamando al partido”.

“Angelici es un empresario del juego, no es ilícita su actividad, es empresario, cuenta con una adjudicación que le otorga el estado nacional, que le adjudica la posibilidad de actuar como agente del juego”.

“Personalmente -agregó Casella- yo creo que un empresario del juego no debería ser dirigente político porque el juego implica la explotación de una deficiencia humana, que genera una dependencia dañina”.

“Además, en el caso de Angelici, el empresario del juego depende de una concesión estatal, es decir depende de las decisiones del gobierno de turno, carece de independencia de criterio porque su negocio depende de la concesión estatal.

“De manera que un dirigente político que depende de una decisión del estado en el fondo no tiene autonomía de decisión en la política; es incompatible su condición de empresario del juego y dirigente político”.

Casella habló en estos términos en diálogo con Miguel Ponce, durante el programa “Comercio Exterior Siglo 21” que conduce en Onda Latina AM1010.

“Los senadores de la UCR no deben apoyar la candidatura de Lijo. los antecedentes de Lijo indica que deben ser rechazados la propuesta de acceso a la Corte.

Para llegar a la Corte Suprema de Justicia hay que tener una calidad técnica superior. Estamos hablando de la última instancia de decisión en todo el sistema político-institucional argentino; ni siquiera el Poder Ejecutivo de la Nación tiene esas facultades porque los actos del Poder Ejecutivo pueden ser impugnados frente a la Corte y la decisión de la Corte es la última decisión; no hay otra instancia.

“Por lo tanto, la forma en la que se integra la Corte define el nivel de garantía que la sociedad argentina tiene en su sistema de adjudicación de facultades, de derechos y también en el ámbito material, de su capacidad patrimonial.

“El patrimonio y los derechos de los argentinos dependen siempre de una última instancia que es la decisión de la Corte. Para ser juez de la Corte hay que ser impecable; la impecabilidad moral y ética y hay que tener un altísimo nivel técnico.

“Lijo no demuestra ninguna de las dos condiciones. Lijo ha sido impugnado desde el punto de vista de su funcionamiento institucional; se lo caracteriza por archivar causas, por guardarlas, por encajonarlas, por no resolverlo; hay innumerables ejemplos en ese sentido.

“No tiene un trabajo técnico que sea destacado, no hay grandes líneas de acción jurídica que Lijo impulse o por las cuales se haya definido, o sobre las cuales haya trabajado con gran nivel y además tiene unas vinculaciones familiares que empeoran su perfil, porque es de público conocimiento que su hermano actuó como una especie de gestor judicial e incluso entregó tarjetas ofreciendo sus servicios.

“Lo de Lijo es un enorme error del Poder Ejecutivo porque además es un cargo vitalicio, es decir Lijo con cincuenta y tantos años tiene la posibilidad de estar 20 años en la Corte Suprema como mínimo; son varios gobiernos y más de una generación de argentinos que va a estar sometido a la presencia de Lijo.

“Desde el punto de vista institucional esa designación sería un paso atrás muy grande y un partido como el radicalismo, que siempre ha trabajado para garantizar el sistema político institucional argentino, votando a Lijo estaría demostrando que no hay coherencia en sus posiciones”.

Casella abordó además otros temas de interés, entre otros, los siguientes

Actual situación político-institucional

Casella expresó que ve con alarma y una gran preocupación la situación político-institucional y social. “Los desequilibrios acumulados en la sociedad argentina son muy altos. Creo -explicó- que el gobierno de (Javier) Milei representa una especie de coalición implícita que se ha volcado de manera notoria a la derecha, que ha establecido como dominante el pensamiento de derecha en la Argentina de hoy.

“Esa coalición implícita la integra el estado, que obviamente con este gobierno se ha derechizado. No en vano el presidente se define como ultra derecha en su pensamiento político. Además, cuenta con la clase alta, que siente que Milei favorece sus intereses; la clase alta es consciente de sus intereses y piensa que Milei lo favorece, con un sector importante de la clase media que mezcla dos sentimientos: por un lado, una aversión muy dura al kirchnerismo, al cristinismo básicamente, al que no quiere retornar de ninguna manera, y en segundo lugar una sensación de deterioro de su calidad de vida que culpa a la política.

“Por lo tanto, un sector de la clase media se une a este pensamiento de derecha por rechazo al kirchnerismo y por rechazo a la política.

“También la integran sectores de menores ingresos, tradicionalmente peronista, que han percibido que el peronismo ya no es la equidad social, la justicia social, es otra cosa; se ha convertido en un partido pragmático, o un partido que fundamentalmente quiere el poder para los negocios y, por lo tanto, hay también un rechazo a la política en ese sentido.

“Esa coalición es peligrosa porque tiene una vocación autoritaria, de rechazo a la convivencia y además una visión de la economía que tiende a empeorar el sistema de relaciones sociales. Ese vuelco a la derecha tiene como política económica dos caminos: por un lado, el ajuste permanente y por otro lado la libertad de mercado.

“Y por esa vía la calidad de vida material de los argentinos se está deteriorando con mucha velocidad porque falta un componente esencial, que es el componente del crecimiento. Acá no hay un proyecto de crecimiento, y tampoco como financiar un proyecto de crecimiento con esta política, de manera que es una sociedad desequilibrada desde el punto de vista político y social.

“El índice mas trágico de esta situación está en la tapa de los diarios: entre un millón y un millón quinientos mil niños en la Argentina tienen una sola comida por día, es decir están pasando hambre. Este es el resultado social de esta política económica.

El caso de Alberto Fernández-Fabiola Yáñez

“Lo estoy mirando con una sensación de vergüenza, porque lo que el mundo va a pensar de la Argentina a partir de ahora es trágico desde el punto de vista de nuestra respetabilidad internacional. El hecho de que el expresidente de la República aparezca protagonizando episodios como los que están saliendo en la tapa de los diarios es humillante para el orgullo nacional, del auto respeto.

“Una sociedad presidida por un señor que golpea a su mujer es una cosa trágica desde el punto de vista de la ejemplaridad de las conductas. Estamos hablando de alguien que está en el pináculo del orden institucional argentino; el “primer magistrado”. Si el primer magistrado hace eso, qué podrá pensar el resto de la sociedad argentina. Desde ese punto de vista me siento realmente mal.

La crisis argentina

“Desde hace 40 años los gobernantes en la Argentina tienen legitimidad de origen, en todos los niveles nacional, provincial, municipal, son elegidos por el pueblo, y en elecciones que nunca fueron impugnadas, en elecciones limpias; por lo tanto, el pueblo votó con libertad, y los gobernantes elegidos son el fruto de la voluntad popular.

“Acá hay un problema de comportamiento social, que no podemos disimular; también eso nos involucra a todos nosotros; nosotros somos parte del pueblo; el pueblo no está del otro lado de una cerca, nosotros componemos el pueblo; si estamos fracasando como sociedad, también hay responsabilidad en la sociedad misma; aunque no piense con claridad o que no tiene paciencia para esperar resultados, o que mira las cosas con superficialidad o no las mira, o que se maneja a partir de las redes sociales, que no son fuente necesaria de la formación de un pensamiento  de calidad, o porque la situación de emergencia económica impide analizar la realidad con objetividad.

“Cuál es la razón no lo se, o a lo mejor es una sumatoria de razones, depende de cada sector de la sociedad, pero lo cierto es que la sociedad argentina es la que ha elegido a sus gobernantes, no le podemos echar la culpa a nadie, y quiero aclarar otra cosa: cuando yo lo escucho al presidente de la República definiéndose como un verdadero ultraderecha y al mismo tiempo diciendo que es un topo que ha llegado para destruir al estado desde adentro; ahí está demostrando la notoria contradicción de un planteo que no tiene ni pie ni cabeza, porque todos los ejemplos de ultra derecha que ha habido en el mundo especialmente en Europa, los procesos de derecha durante el siglo XX lejos de destruir al estado, lo fortalecieron para constituirlo en una máquina de sometimiento.

“Los sectores de ultraderecha de Europa del siglo XX fortalecieron el estado. Cuando el presidente de la República dice que hay que trabajar en base al mercado libre, siempre digo que los regímenes de ultraderecha existentes en Europa eran estatistas y reguladores, proteccionistas y reguladores, exactamente lo contrario de lo que dice que quiere hacer Federico Sturzenegger (ministro de Desregulación y Transformación del Estado)

“Por lo tanto, el discurso de Milei es contradictorio en su esencia: no se puede ser de ultraderecha y al mismo tiempo trabajar para un mercado desregulado, o para la destrucción del estado; eso es imposible, no puede ser

“No me caratulen como pesimista, yo no soy pesimista, yo se que la Argentina va a salir de esta situación en algún momento; me angustia el costo que está teniendo en este momento para tantos niños en la sociedad argentina”

Visita de legisladores a represores de la dictadura

“La visita al conjunto de detenidos por violación grosera de los derechos humanos es también un síntoma que tiene otra trascendencia, que ya no es la conducta personal. Se trata de una decisión institucional: un grupo de legisladores nacionales que decide visitar a personas que están detenidas por violar los derechos humanos, que han sido juzgadas y condenadas.

“Además, pareciera haber un engaño, que algunos de los convocados fueron al lugar de la detención engañados, pensando que iban para otra cosa. Son ingenuos que no se fijan en lo que hacen o realmente existió una trampa deliberada para comprometerlos en una posición que no querían compartir. Todo esto es muy malo desde el punto de vista institucional.

“Pero además -agregó Casella- reitero mi preocupación por algunas actitudes de la vicepresidenta; en los diarios está la noticia de que esta visita había sido tramitada a través de un sacerdote (Javier Olivera Ravasi) amigo de la vicepresidenta (Victoria Villarruel); esto comprometería a la vicepresidenta que ya por naturaleza, su ubicación cultural y familiar,  tiene una especie de proclividad a reivindicar la función política de las fuerzas armadas, al estilo de los años 70; no estoy hablando de violar los derechos humanos, estoy hablando de volver a ubicarlas como factor de decisión política, volver a la tutela militar por lo menos en alguna medida.

“Me parece que eso es muy peligroso. Además, veo una desorganización de la alternativa, veo la inexistencia de la alternativa frente a un país que se ha derechizado de manera tan dramática, frente a un gobierno cuyo presidente se proclama ultraderechista a voz en cuello.

“Del otro lado no aparece una propuesta equilibrante, no aparece la alternativa social demócrata que tendría que ser la lógica competencia, el lógico refugio para un pensamiento distinto en la Argentina y me parece que esa omisión es fundamentalmente imputable a la Unión Cívica Radical (UCR) porque si observamos la trayectoria del proceso político argentino nos encontramos que el único partido que tiene dimensión territorial, y los antecedentes ideológicos para ocupar ese espacio es la Unión Cívica Radical; no esperemos que lo ocupe el PRO, que está asociado y coincide con las políticas del gobierno. 

“Otra alternativa no queda que la Unión Cívica Radical. Lilita Carrió es más bien una dirigente con un club de admiradores, no es un partido político, de manera que carece de la potencia aun cuando hay actitudes de Lilita que son dignas y valientes pero que no tienen la dimensión territorial que tiene la UCR.

“La carencia de una dirigencia adecuada en el radicalismo está impidiendo que el radicalismo vuelva a ocupar el espacio que debería ocupar para equilibrar el sistema político.

Situación del radicalismo bonaerense

“Yo no tengo dudas de que el radicalismo de la provincia de Buenos Aires está pasando el peor momento de su historia.

“Y voy a tratar de sintetizarlo, con la mayor objetividad posible: el radicalismo de la provincia de Buenos Aires fue un radicalismo riquísimo en materia dirigencial; ha provisto al país de alguna de las figuras políticas más importantes, mas interesantes, mas convocantes, mas transparentes y más elaboradas desde el punto de vista del pensamiento.

No hace falta hacer demasiada memoria: desde Hipólito Yrigoyen que fue presidente del comité de la provincia de Buenos Aires hasta Moisés Lebensohn, Crisólogo Larralde, Ricardo Balbín, Raúl Alfonsín, cinco nombres que forman parte de la historia misma de la Unión Cívica Radical, que han caracterizado etapas enteras de la vida política argentina y de la vida radical.

“Hoy el radicalismo de la provincia de Buenos Aires está desnutrido desde el punto de vista dirigencial. El radicalismo hoy no tiene figuras deslumbrantes que puedan conducirlo con lucidez y con coherencia.

“Hoy el radicalismo no tiene ni siquiera un buen candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires, por lo menos una figura que se proyecte como buen candidato a gobernador.

“Hoy el radicalismo en Buenos Aires está limitado en su presencia en el Gran Buenos Aires, en el área metropolitana, y un partido nacional que carece de presencia, tiene una presencia muy limitada en el área metropolitana es un partido que está dejando de ser nacional, y es lo que está pasando a la UCR.

“Está claro que el radicalismo tiene buenos dirigentes locales en la provincia; tiene buenos intendentes, buenos concejales, tiene buenos dirigentes en el interior de la provincia, pero en el Gran Buenos Aires está semi desaparecido y ese es un defecto enorme; probablemente la ausencia en el Gran Buenos Aires implica un deterioro muy fuerte en la capacidad de representativa de la UCR.

“Hoy en la provincia de Buenos Aires es un peso muerto. El presidente actual de la provincia de Buenos Aires (Maximiliano Abad) es un hombre que no tiene trascendencia publica; es simultáneamente presidente del partido y senador nacional, pero no se perciben líneas de acción, no se perciben líneas de pensamiento, no se perciben teorías acera de como debe funcionar el país ni propuestas de políticas, alternativas en el campo económico social, pero tampoco en materia de educación, que a sido siempre ha sido un eje de la política radical; creo que esta pasando por un mal momento que ojalá lo supere, pero es un síntoma grave en cuanto a la subsistencia del radicalismo nacional.

Sobre las internas convocadas para octubre próximo las internas,  con fecha septiembre como cierre de las listas, para la competencia electoral interna, Casella reflexionó: “Se han convertido en un episodio burocrático; convocamos a elecciones internas, han aparecido los nombres de algunos candidatos, que están dando vueltas por ahí, gente incuestionable pero de ninguna manera representan una línea política, un pensamiento determinable, un pensamiento visible, un pensamiento convocante, y mucho menos un pensamiento conmovedor.

“Por lo tanto, las perspectivas son de continuidad de una especie de silencio o de bajo nivel que es muy preocupante y para alguien como yo que tiene 50 años de militancia política, decepcionante.

“Si nosotros comparamos la situación del radicalismo de Buenos Aires de hoy con la situación del radicalismo de la década del 80, cuando estábamos enfrentando a un gobierno militar, vamos a encontrar una diferencia de calidad, de coraje y de contenido social que es espantoso.

“Yo soy dirigente del radicalismo de la provincia de Buenos Aires, soy parte del problema; por supuesto tengo mi propia visión personal, y no coincide ni por las tapas con la actual conducción partidaria.

“Pero lo cierto que yo soy también dirigente de este partido, algún porcentaje de culpa me corresponde as mi también. No piensen que estoy atacando. Estoy describiendo un problema que me involucra.