Síntesis Diagnóstica y algunas ideas a desarrollar:

1.- El escenario argentino contemporáneo en materia de Seguridad exhibe una fisonomía preocupante en función del deterioro de la situación general, principalmente a lo largo de la última década.

2.- El abanico de amenazas desplegado en nuestro país comprende fenómenos tan dispares en escala como la consolidación del crimen organizado transnacional (desafío estratégico que incluye a la narco-criminalidad, la trata de personas, el tráfico de armas, etc.), hasta la cotidiana comisión de delitos tipificados como simples. En su conjunto, el repertorio delictivo alude a un problema de estatalidad condensable en un diagnóstico concreto: negligencia o complicidad.

3.- Habiendo abandonado sus funciones indelegables, el Estado por acción connivente o inacción irresponsable permitió la implantación de vastas redes de criminalidad organizada donde elementos propiamente criminales convergen con componentes judiciales, policiales y políticos que actúan fuera de la ley.

4.- La arquitectura legal que prevé el desempeño estatal en materia de Seguridad adquiere entidad como parte constitutiva de un plexo normativo mayor, diseñado en calidad de dispositivo rector en un área más abarcativa: la Defensa, la Seguridad y la Inteligencia.

5.- Las normas vinculadas con cada ámbito de interés estatal detentan una lógica complementaria, construida sobre la noción opositiva de exterioridad/interioridad en cuantas áreas de pertinencia respectiva de los ámbitos de defensa y seguridad (la misma racionalidad ordena la actuación de los componentes del sistema de inteligencia). El principio organizador expresa sus limitaciones analíticas al momento de categorizar la identidad transnacional de la narcocriminalidad. Entendiéndola como un fenómeno indiferente a la las fronteras estatales, cabe indicar la improcedencia del empleo de las FFAA en su combate. El tenor de los antecedentes de países donde instrumentaron la medida (cf. México) señalan los resultados contraproducentes esperables de su implementación.

6.- Tomando las actividades desplegadas por las FFSS en clave articulada como premisa operativa indispensable en cualquier proposición innovadora en materia de Seguridad, para lograr factibilidad en el corto y mediano plazo la disposición sugerida reclama la acción integrada y el desarrollo de actividades conjuntas entre las FFSS, los Servicios de Inteligencia, la Unidad de Información Financiera y la AFIP.

7.- En virtud de la lógica “empresarial” propia de las organizaciones criminales con características complejas en que la procura de ganancias es su interés central y de la consecuente generación de enormes volúmenes de dinero ilícito, el lavado de activos representa en simultáneo la mayor fortaleza y el costado más sensible de la delincuencia organizada. De allí que su prevención y combate no se circunscriba exclusivamente al ejercicio directo de la fuerza pública aunque la presuponga. Además de la acción legal del aparato represivo del estado con arreglo a lo previsto en las normas rectoras del ámbito, el diseño de un curso de acción estratégico capaz de atacar la faceta más vulnerable de los negocios contrarios a derecho, demanda la intervención complementaria de todos los organismos participantes del Sistema de Inteligencia, con la acción profesional de peritos y especialistas en lavado de dinero. En aras de garantizar el desempeño sistémico de la multiplicidad de fuerzas y organismos estatales tan dispares como las FFSS, el Sistema de Inteligencia y los departamentos de investigación financiera como la UIF y la AFIP al interior de una única estrategia de Seguridad, la iniciativa suscripta contempla la creación de un organismo federal especializado en el combate contra la criminalidad compleja. El ejemplo de referencia a los fines perseguidos lo reporta la reciente fundación de la Agencia Nacional del Crimen en el Reino Unido de Inglaterra, ocupada del combate contra el crimen organizado en todos sus formatos: control de fronteras, crímenes económicos, crimen organizado, ciber-criminalidad y explotación y trata de personas.

8.- El narcotráfico es, ante todo, un negocio exitoso. No sólo porque sus beneficios económicos son altosy justifican altos niveles de riesgo y de ganancias asociadas a los mismos, sino porque la demanda nocesa de crecer.

9.- La experiencia internacional en el combate contra el narcotráfico a partir de 1990, permite concluirque las estrategias concentradas exclusivamente en los aspectos relacionados a la reducción de la ofertano han logrado el objetivo de achicar el negocio ni el de hacerlo menos rentable.

10.- Los índices de consumo que se incrementan año a año, abarcando a sectores más ampliosde la población y moviendo la edad de iniciación en el consumo a umbrales más bajos, el negocio decontrolar el proceso productivo-comercial de estupefacientes se ha expandido y penetrado a los Estadosa escala mundial.Argentina no ha sido ajena a este fenómeno. Aún con los escasos datos oficiales disponibles, puedenobservarse tendencias similares a las descriptas que ponen de manifiesto la expansión del consumo ypermiten inferir un crecimiento proporcional de la oferta que lo satisface.

11.- En Argentina, cada año se consume más y hay cantidad y calidad suficiente como para cubrir lasvariaciones de la demanda sin generar alteraciones notorias en los precios de las dosis. Dicha robustezen la oferta y la demanda de estupefacientes da indicios de la consolidación del mercado y del muy bajoimpacto que las acciones de incautación y/o secuestro llevadas adelante tienen en el funcionamiento deéste.

12.- Una estrategia seria de abordaje del problema del narcotráfico debe necesariamenteencararse simultáneamente desde el aspecto de la demanda y desde el aspecto de laoferta. Estoimplica que deben entenderse no sólo las fortalezas y debilidades del ciclo productivo-comercial sino lascausas de los aumentos constantes de la demanda y de la escasa elasticidad de la misma.Hay que invertir y gastar recursos del Estado en la prevención y en el tratamiento de los adictos,puesto que los adictos recuperados son los mejores difusores de las acciones de prevención.

13.- Una política coherente de abordaje del problema del narcotráfico desde el lado de la demandarequiere de la creación de, al menos, siete centros regionales de tratamiento de adicciones repartidos alo largo del territorio de la República. Sin tratamiento no es posible pensar en una reducción de lademanda y sin ésta no es posible concebir una reducción de la oferta y, por ende, del mercado ilegal deestupefacientes.

14.- En el mercado del narcotráfico la oferta funciona como un negocio en el que las diversas etapas de suproceso productivo-comercial muestran un fuerte arraigo territorial.Para controlar el narcotráfico es necesario controlar territorio y para ello se requiere identificar quéetapa del proceso productivo-comercial se desarrolla en un territorio determinado. Sólo de este modopodrá diseñarse una estrategia específica con acciones puntuales.

15.- El primer problema que la Argentina debe atender es el de los volúmenes de ingreso deestupefacientes de factura extranjera. Debe disponerse concretamente una concentración real derecursos en la frontera terrestre norte y la frontera fluvial del Paraná y el Uruguay. Control de fronteraque implica presencia real de un número importante de efectivos correctamente equipadoscon unpresupuesto proporcional a la amenaza que se pretende conjurar.

16.- Por otro lado se requiere mejorar la recolección de información y la producción de inteligencia a fin deque la elaboración de inteligencia no esté dirigida a generar información histórica sobre personas, cosasy lugares relacionados con actividades de narcotráfico, sino a determinar movimientos futuros quepermitan transformar la detección temprana de tendencias en una ventaja para el Estado.La producción de inteligencia criminal no puede ser un apartado más de una agencia dedicada a laproducción de inteligencia estratégica nacional, ya que la producción de esta última, tiene un objetivoprimordial diferente al que tiene la producción de inteligencia criminal.

17.- Un Ministerio de Seguridadque no puede producir inteligencia criminal de corte estratégico, diferenciado de los datos einformaciones recogidos en el marco de una investigación criminal, está destinado al fracaso yprobablemente termine siendo reducido a una estructura burocrática para la administración de lasfuerzas policiales y de seguridad federales.Es imperativo producir información e inteligencia criminal que permita no sólo establecer quién,cómo, cuándo, dónde y por qué se llevan a cabo acciones de narcotráfico, sino también afirmar cómoevolucionará el negocio a mediano y corto plazo a fin de estar un paso adelante del desarrollo de losacontecimientos.Por ejemplo, Argentina presenta en la actualidad condiciones ecológicas y económicas para comenzara convertirse en lugar de producción de marihuana a escala industrial. Sin embargo, poco se ha vistosobre el tema en términos de acción policial e, incluso, de debate académico. Los indicios estánpresentes peroaún son ignorados.

18.- es preciso transformar a las policías provinciales en aliados estratégicos de la luchacontra el narcotráfico, puesto que estas instituciones son las que pueden generar los mejores datos einformaciones sobre los lugares y las personas comprendidos en sus jurisdicciones.A su vez, una aproximación al combate desde el lado de la oferta requiere un criterio de unidadprocesal para las investigaciones de los delitos relacionados con el narcotráfico, situación que no secondice con la multiplicidad de jurisdicciones intervinientes a partir de la aplicación de la ley 26.052.Hablar de control territorial efectivo como modo de lucha contra el narcotráfico no es lo mismo quehabilitar la jurisdicción ordinaria para un delito de clara naturaleza federal.Lo llamativo del caso es que antes que crear un fuero federal específico para los delitos de narcotráficoy conexos en todo el territorio de la República o, al menos en lugares puntuales determinados apartirde ciertos umbrales de riesgo, se prefirió recargar a la justicia ordinaria con causas menores que, paracolmo, parecen no tener impacto real en el mercado ilegal de estupefacientes.Por último debe tenerse en cuenta que debe existir un mínimo de equipamiento e interoperabilidadque tiene que traducirse en la posesión de recursos por parte de las policías o gobiernos provincialesque son los que están sobre el territorio.

Propuestas:

  • Impulsar un amplio programa nacional de educación y concientización orientado a prevenir el consumo de estupefacientes y otras sustancia psicotrópicas, dirigidos particularmente a los niños y jóvenes.
  • Mejorar y diversificar los programas de prevención y tratamientos de adicciones, a partir de la perspectiva de reducción de daños y riesgos. Garantizar la calidad de los servicios públicos.
  • Establecer programas de inclusión y atención para niños, adolescentes y jóvenes que atiendan a las particularidades locales. Recuperar espacios públicos e impulsar programas de educación y capacitación para el empleo.
  • Llevar servicios públicos y apoyos sociales a las comunidades con su participación.
  • Promover programas de prevención de las adicciones y del delito, abriendo espacios de recreación y de desarrollo de capacidades de las comunidades.
  • Privilegiar el enfoque de reducción de daños y riesgos que pone énfasis en la importancia de la salud pública y el fortalecimiento institucional.
  • Una nueva estrategia de combate a las organizaciones criminales de carácter integral, que privilegie la información de inteligencia, la desarticulación de los grupos delictivos y el combate al lavado de dinero.
  • Combatir otros delitos de la delincuencia organizada como el tráfico de armas, el tráfico y la trata de personas.
  • Combatir la corrupción al interior de las instituciones de seguridad y las autoridades locales, estatales y nacionales.

Jorge Szeinfeld, abogado, profesor universitario, especialista en seguridad.