Los radicales amigos de la Fundación Ricardo Rojas, repudiamos los dichos del presidente Javier Milei, sobre Raúl Alfonsín y las acciones que violentaron las oficinas del Comité Nacional de la Unión Cívica Radical.

Ambos hechos demuestran el grado de violencia que desde el gobierno se aplica hacia los partidos políticos democráticos que se alejan de los discursos populistas, autoritarios y verticalistas, tanto de derecha como de izquierda.

La ya existente brecha social, que se profundiza con las políticas de ajuste del gobierno actual, implica una polarización cada vez mayor de las preferencias políticas (en términos afectivos y emocionales más que en términos ideológicos y racionales); y es utilizada, irresponsablemente, por el presidente para disimular la falta de obtención de resultados de su gestión de gobierno e intentar mantener adeptos más que apoyos políticos genuinos.

Los discursos violentos y que buscan anular la opinión distinta, son el lenguaje típico de los fascismos y el antecedente de la violencia física.

Por otro lado, pero en el mismo camino, el procedimiento aplicado por quienes vandalizaron el Comité Nacional sugiere una típica operación de los servicios de inteligencia, distorsionados en investigadores de ideologías “libres”.

Repudiamos los agravios hacia la democracia y los actos de violencia y, como nos enseñó Raúl Alfonsín, seguiremos por la senda de la búsqueda de consensos como base de la acción política. Por eso ratificamos que, no nos asustamos ni nos someteremos ni nos rendiremos.

4 de noviembre de 2024